Plan de Juego
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Criterio e interpretación
Jesús Mejía Cruz/Plan de Juego
Lejos de aniquilarla, el VAR ha dado nuevas formas a la polémica en el fútbol. Si bien ha servido para lo que fue su espíritu original (el de corregir lo que estaba incorrectamente señalado), también ha servido para recordarnos que el arbitraje es una profesión cuya principal herramienta de trabajo es la interpretación.
En el presente torneo de la Liga mexicana, se han registrado jugadas en las que ni los especialistas han logrado ponerse de acuerdo.
«El fútbol no es un juego perfecto, no comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea», dijo el italiano Pierre Luiggi Colina, en su momento el mejor árbitro del mundo y seguramente el mejor de la historia.
A pesar de lo declarado por el boloñés, es un hecho que si hay un actor en la cancha al que se le exige perfección, es el árbitro. «Los derrotados pierden por él y los victoriosos ganan a pesar de él», escribió Eduardo Galeano.
Dentro de la cancha, como pasa en la vida misma, la tecnología desnuda carencias, expone intimidades, y exige adecuaciones a lo que previamente el hombre ha establecido.
Si el proceso de adaptación a las cámaras revisoras se ha extendido, el tiempo invertido deberá servir también para comprender mejor de alguna y otra forma los criterios de ciertas situaciones en la cancha.
En el juego, la interpretación del árbitro está sujeta a la inmediata decisión que en su carácter de juez debe asumir. Pero el criterio de una regla que se dicta o decide desde un escritorio, requiere necesariamente de una comprensión más apropiada a la situación.
Las vigentes adecuaciones en reglas como la posición adelantada y las infracciones por lo que se considera mano, son algunas en las que definitivamente tendremos que ver variaciones.
De mientras, el criterio y la interpretación volverán a encontrarse en discrepancia.
Y el VAR, como responsable de exponerlas.
