Plan de juego
2 minutos de lecturaLa confesión de Cabañas
Jesús Mejía Cruz/JMC Periodismo Deportivo
Anotador impecable del área, Salvador Cabañas tenía un remate para toda ocasión. En una época de desfiles de técnicos y contrataciones infructíferas, el Mariscal Paraguayo siempre tuvo la puntería precisa para rescatar lo que parecía perdido en el América.
En marzo de 2019, Chava estuvo en Orizaba para un juego de leyendas. La entrevista era obligada, aunque para nada sencilla de conseguir. Además de las propias complicaciones para gestionar el acercamiento, estaba la advertencia sobre la forma de ser del futbolista. “Ten cuidado, porque es muy especial”, nos recomendó alguien de los organizadores.
Lejos de toda sugerencia, Cabañas presumió amabilidad y hasta bromeó. Eso sí, antes de encender la cámara y los micrófonos. Una vez comenzada la entrevista, borró la sonrisa y asumió una rígida seriedad, pero nunca estuvo siquiera cerca de una posible grosería.
Entre los recuerdos que brotaron en la plática, salió aquel partido de un desahuciado América que se metió al Maracaná para enfrentar al Flamengo por la vuelta de octavos de final de Copa Libertadores 2008.
Las Águilas habían perdido 2-4 en el Azteca y necesitaban ganar 3-0. El América era último lugar en la liga mexicana y llegaba con Juan Antonio Luna como técnico interino.
En esa entrevista, Cabañas confesó que la directiva había dado por perdida la serie. “Pero todos los compañeros conversamos y nos pusimos de acuerdo en que teníamos que sacar el partido adelante”. El equipo mexicano obtuvo el resultado con dos goles de Cabañas y uno del “Paleta” Esqueda.
Todo esto viene a propósito de que ayer (25 de enero) se cumplieron 11 años del incidente que Chava tuvo con el JJ en el baño del Bar Bar. La bala en la cabeza no lo mató, pero nunca salió de ahí. Contrario a todo pronóstico, el paraguayo regresó al futbol, aunque nada fue igual. Ni dentro, ni fuera de la cancha.
Aquella entrevista termina con un mensaje de Salvador Cabañas a la niñez, una invitación al deporte, al estudio y al buen comportamiento. En ocasiones, los mensajes cobran mayor relevancia dependiendo el emisor. Esta es una de ellas.